El Salvador está cruzando por una situación de crisis compleja. En primer lugar, se está luchando contra el brote de la pandemia provocada por el Corona Virus, que se mueve como un tsunami que amenaza con desgarrar las instituciones de la sociedad y a las personas más vulnerables. En segundo lugar, el país se vio afectado por las tormentas tropicales Amanda-Cristóbal que causaron lluvias intensas durante siete días, dejando daños millonarios en la infraestructura y causando la muerte de más 30 personas. Por último, estas dos tragedias han encontrado terreno fértil en nuestra sociedad que les posibilita desplegar todas sus fuerzas, es decir, ha encontrado una sociedad altamente polarizada, derivada de una crisis política entre los órganos del Estado, cuya pugna es más evidente entre los órganos Legislativo y Ejecutivo. Esta división política y social ha servido como una barrera que impide tomar decisiones consensadas para afrontar las crisis naturales.
El Salvador está cruzando por una situación de crisis compleja. En primer lugar, se está luchando contra el brote de la pandemia provocada por el Corona Virus, que se mueve como un tsunami que amenaza con desgarrar las instituciones de la sociedad y a las personas más vulnerables. En segundo lugar, el país se vio afectado por las tormentas tropicales Amanda-Cristóbal que causaron lluvias intensas durante siete días, dejando daños millonarios en la infraestructura y causando la muerte de más 30 personas. Por último, estas dos tragedias han encontrado terreno fértil en nuestra sociedad que les posibilita desplegar todas sus fuerzas, es decir, ha encontrado una sociedad altamente polarizada, derivada de una crisis política entre los órganos del Estado, cuya pugna es más evidente entre los órganos Legislativo y Ejecutivo. Esta división política y social ha servido como una barrera que impide tomar decisiones consensadas para afrontar las crisis naturales.